Todos hemos
pasado a lo largo de nuestra vida por momentos difíciles, momentos en los cuales
hemos tenido que tomar una decisión importante o momentos en los que
simplemente necesitábamos de una persona con la cual hablar, que nos escuche y
nos diga su opinión. Para mí la familia es lo más importante que una persona
pueda tener, podrás tener muchos amigos algunos de ellos serán para toda la
vida, otros con el paso de los años finalmente acabas perdiendo la relación,
pero tu padre, tu madre, tus tíos, tus hermanos siempre estarán ahí.
El amor de una madre y un padre siempre es incondicional, ellos se desviven por sus hijos sin esperar gran cosa a cambio, muchas veces con que reciban una sonrisa o un beso les es suficiente y se sienten satisfechos. Es cierto que a veces nosotros los hijos pensamos que nuestros padres son los peores del mundo porque no nos dejan salir una noche en la que todos nuestros amigos salen, o cuando te castigan por algo que has hecho mal o cuando te prohíben hacer una determina cosa. Con el paso de los años nos podemos dar de cuenta que esos castigos lo hacen por nuestro bien, para inculcarnos una disciplina que agradeceremos en el futuro, unos estudios que nos darán de comer en un futuro a nosotros y a nuestros hijos. Podrás hacer muchas cosas mal, fallar a tus padres muchas veces, pero nunca dejaran de ser tus padres y siempre habrá ese cariño guardado dentro.
No puedo resistirme a incluir en este ensayo una idea que me da vueltas por la cabeza desde ayer 21 de octubre del 2013. Resulta que Estrasburgo ha puesto en libertad a una “persona”, si se le puede llamar persona, que ha destrozado la vida de 24 familias. Familias que tuvieron que explicar a sus hijos pequeños que su padre o su madre no volverá jamás a casa, salieron un día como otro cualquiera a trabajar para dar un futuro a sus hijos y nunca más regresarán. Esta “persona”, como muchas otras igual de sanguinarias que ella matan a padres y madres de familia simplemente por vestir un uniforme de color verde con una bandera de color roja y amarilla sin darse cuenta que lo que están haciendo es matar a un padre, a una madre que tiene su familia, que sale a la calle a realizar su trabajo para después llegar a casa abrazar a sus hijos y ponerles un plato de comida encima de la mesa.
Por muy mal que
nos vaya en un momento determinado, siempre vamos a tener el apoyo y el cariño
de nuestros padres y familiares. Con ese apoyo se puede salir de cualquier
bache, ya que los baches no son más que retos que nos pone la vida. El amor de
una madre nunca jamás se podrá asemejar al amor que te de un amigo, una novia y
mucho menos una cosa material. Es incondicional, no necesita nada a cambio y
siempre está cuando más lo necesitamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario