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lunes, 11 de noviembre de 2013

Juventud, divino tesoro.

En este ensayo de hoy tenemos que hablar sobre el siguiente tema: la gente joven. “Juventud divino tesoro”, como solía decir mi abuela con un todo un tanto irónico siempre que mi madre le contaba algo malo que había hecho yo.



      Falta de ideales, falta de sacrificio, falta de motivación, moverse simplemente por la tendencia que marca la sociedad en ese momento, en definitiva, no pensar y actuar tú mismo, sino como la mayoría de la gente.

A mi forma de ver esto, entre otras muchas cosas que si empiezo a contar no acabaría nunca, es lo que le ocurre a la gente joven. Muchos de nosotros (en los cuales me incluyo a mí, porque no soy ningún santo) nos regimos por la ley del mínimo esfuerzo. Ante cualquier adversidad enseguida nos rendimos, se abandonan los estudios, se deja de buscar trabajo y pensamos que, “claro, como tenemos a nuestros padres que nos mantienen, para que voy a intentar hacer algo, total no pasa nada”. Sino está la excusa de “¡Va! Si hay 5.000.000 de parados en este país, como voy a encontrar empleo”. Pues mi chico, si no sales a buscarlo seguro que a casa no te van a llegar las ofertas.

Otro problema que veo yo es que muchos de los jóvenes carecen de ideales propios. Actúan según la forma de pensar de sus amigos, se visten de una determinada manera simplemente para parecer “guays” ante sus amistades, cometen actos que nunca harían simplemente porque todos lo hacen… Muchas veces me ha tocado oír en una conversación lo siguiente:

“Y tú, ¿por qué estás en esta manifestación? ¿Por qué haces huelga?”
- Y escuchar:
 “Pues no lo sé, todos lo hacen y además es un día de fiesta”.


Es muy raro hoy en día poder hablar de política con un joven y que aquello que él dice lo pueda defender con argumentos coherentes. Teniendo una visión global de la situación por la que pasa nuestro país, si que es cierto que las circunstancias no son adecuadas para que la juventud progrese porque cada vez hay menos ayudas y hay un cierto sentimiento de que todo está perdido pero no hay que generalizar, ya que también tenemos a personas muy cualificadas entre nosotros y muy bien preparadas para el futuro que están esperando, no solo esperando, sino buscando su oportunidad.


Con todo esto lo que quiero decir es que los jóvenes debemos tener nuestros propios principios, no actuar según la masa de gente que nos rodea, saber por qué hacemos o dejamos de hacer una determinada acción, en definitiva actuar como es uno mismo; escuchar, pensar y hacer (en ese orden) lo que tú consideres correcto en cada situación y marcar tu propia vida sin rendirte ante ningún impedimento, porque, ¿quién dijo que esta vida fuera fácil?

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