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martes, 12 de noviembre de 2013

Política desastrosa.








      Moral, dignidad, transparencia, defensor de la verdad y del ciudadano. Requisitos imprescindibles para no ser nadie. Mano larga, saber hacer chanchullos, mentir y eludir al pueblo, entre otras virtudes, son las que representan a los gobernantes de este país. Irónico ¿no?, para mí lo es más que se aplauda este comportamiento y no se haga nada para evitarlo.  Cada cuatro años  los ciudadanos españoles son llamados a las urnas para elegir a quienes consideran que les representan mejor, acabando con una alternancia bipartidista en el poder, pasando del bando socialista al de derechas. Cuando se trata de tomar una decisión importante que afecta a todos los ciudadanos, los políticos deciden por nosotros, vale que les hemos elegido para que nos representen, pero muchas veces las decisiones que toman no están respaldadas por la población, ni siquiera por sus propios votantes. No estaría mal que nos preguntaran antes de aprobar un Decreto Ley si estamos de acuerdo con ello o si queremos cambiar algo, ya que nos afecta directamente a nosotros. Y al final  de su mandato se le recompensa con una “paupérrima” pensión vitalicia.

























A lo largo del tiempo, desde que se terminó la dictadura Franquista y comenzó la democracia con Adolfo Suárez, se ha podido ver que las políticas llevadas a cabo por los socialistas han acabado arruinando el país. Las dos crisis económicas más graves sufridas en España han llegado con los presidentes Felipe González y  José Luis Rodríguez Zapatero. En el primer caso, el poder recayó en políticas de derechas y situaron el país en una posición única a nivel mundial. Actualmente se está intentando hacer lo mismo, arreglar el desastre que hizo el gobierno de Zapatero con sus políticas de derroche de fondos públicos.

Todos los españoles vivimos una época en la que debemos estar unidos para
 afrontar esta crisis que nos ha dejado sin trabajos, sin amparo farmacéutico, pensiones reducidas… y que está recortando nuestra calidad de vida. Donde se ha visto que sus habitantes muestren desprecio a su bandera, como en Cataluña, encabezado por Artur Mars, que quiere separarse de España saltándose la Constitución y encima, una parte de población Catalana le apoya, increíble.


 Nuestros políticos nos piden esfuerzo, sacrificio, recortan en sanidad, educación, políticas sociales, bajan los salarios a los ciudadanos, suben los precios… Parece que ellos son intocables, ganan una barbaridad, un sueldo al que ningún ciudadano de a pie puede aspirar y encima no se los recortan; es más fácil rebajárselo a un Guardia Civil que gana 1.500 euros al mes y se juega la vida en su trabajo. España tiene una cantidad de políticos muy superior a la media de otros países Europeos, ¿para qué?, ¿no sería mejor empezar a recortan por ahí? Después está el tema de los famosos sobres de Bárcenas, como ellos ganan poco, encima se enriquecen más con sobresueldos ilegales. Ahí tenemos el caso de Urdangarín. Ha robado millones a los españoles y sigue en libertad; si una persona normal defrauda 1.000 euros a Hacienda, en 3 meses tiene la sentencia del tribunal de Justicia 
pertinente, con su correspondiente sanción. En definitiva, ellos son intocables, parecen 
unos seres superiores y que nada de lo que está pasando les afecta.

Nuestro país es gobernado en la sombra por una señora alemana y por un conjunto de gente rica, nos incluyen en esa graciosa lista en la que están los mejores países europeos. Somos parte del “PIGS”, Portugal, Italia, Grecia y España, así que está claro lo bien que nos va. Hay que cambiar la forma de pensar en este país, unirnos todos. Se necesita un cambio institucional y que el político se comprometa con el pueblo.


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